El niño y sus Derechos

La Declaración sobre los Derechos del Niño se aprobó en 1959 por parte de las Naciones Unidas (ONU) y por iniciativa de UNICEF, United Nations International Children's Emergency Fund. Sin embargo, a partir de 1975 las actividades se centraron en la creación de una nueva proclamación, la cual, finalmente, se firmó en 1989 en la sede de la ONU y se llamó Convención sobre los Derechos del Niño (CDN).           

El fundamento o principio central de esta Convención fue el siguiente: “El niño y la niña son reconocidos como seres humanos que deben ser capaces de desarrollarse física, mental, social, espiritual y moralmente con libertad y dignidad”.           

En el año 2000, se actualizaron dos reglamentos facultativos para adaptarlos a la realidad de la situación de los niños (el masculino incluye al femenino, según la Real Academia Española de la Lengua) en el mundo.           

La Convención es el tratado de Derechos Humanos más ratificado de la historia: 195 países, todos los del mundo menos Sudán del Sur y Estados Unidos. La CDN tiene rango de ley y su carácter vinculante la hace de obligado cumplimiento. Los países firmantes deben incluir todos los aspectos de la Convención en sus leyes nacionales sobre derechos y protección a los niños y adolescentes menores de edad.           

Los derechos sexuales y reproductivos incluyen el derecho de todas las personas, en especial mujeres y niñas, a no sufrir coacciones, discriminación ni violencia sobre su sexualidad y vida reproductiva, y el derecho de acceso a información y servicios de salud para reducir el riesgo de embarazos no deseados sin riesgo de procesamiento penal.            

La violencia sexual en niños y niñas menores de 18 años tiene múltiples expresiones en todos los continentes. En África, suele producirse en conflictos armados y en relaciones sociales y familiares, mientras en varios países persisten la mutilación genital femenina y el matrimonio a temprana edad. En América, se asocia con frecuencia a la delincuencia organizada y la trata, y a veces como esclavitud sexual en conflictos armados, mientras aumentan en bastantes países las violaciones y abusos sexuales. En Europa, hay violencia en el ámbito familiar, tráfico de personas con fines de explotación sexual en varios países, incluida España. En Asia, aparece en conflictos armados, relaciones familiares y matrimonios precoces, violaciones y tráfico de personas con fines de explotación sexual.


AUTOR: Carlos Benítez Villodres