Si el Niño Dios volviera generosa-
mente a nacer, ¡oh luz de la alegría!,
¡caudal de vida!, ¡amor que no reposa!,
!qué poblado su Padre elegiría?
¿Pariría su Madre, oh bella rosa
inmaculada, en una cueva fría,
en un palacio o templo, en la grandiosa
alhaja vaticana...? ¿Nacería
en los brazos sangrantes de una guerra,
o en el hogar que solo oro acumula,
o en un rincón de una patera ajada?
Oigo la voz del cielo que no yerra,
y mi ser ante ella se atribula
en medio de su oscura madrugada:
"Existe una alborada
que muy cerca de ti está padeciendo.
¿No sientes su silencio tan horrendo?”.
AUTOR: Carlos Benítez Villodres