Podría recurrir en este escrito al poco latín que aprendí ayudando a misas como monaguillo, y pronunciarme con el “ego te absolvo pecatis tutis”, o bien con el “quosqui tandem Catilina abutarem patientia nostra”.
Pero lo cierto es que hace ya varios años en mi libro LA ESPAÑA CORRUPTA II, le dediqué uno de mis GROTESCOS a Rodrigo Rato, hoy absuelto de su delito de apropiación indebida, y por el que estuvo condenado a varios años de cárcel.
Y me viene también al caletre aquel chascarrillo que ignoro quién invento: “Buenos días amable funcionario del fisco, vengo a lo de todos los años por estas fechas, usted ya me conoce de atrás”.
Con estos dimes y diretes y chismorreos, quiero paliar en parte la gravedad de la absolución tardía, pero eso sí, sin la obligación de devolver lo indebidamente cobrado; es decir sin devolución de prenda, “no como en los toros, si bien en los toros el torero devuelve lo que le echan al ruedo”, aquí no, “lo trincao, trincao”, y sin devolución de prenda, cada uno puede quedarse con lo que quiera. Todos absueltos.
¿Y por qué han absuelto también a los demás, sin mencionar quiénes son, y sin jugarlos previamente? Me pregunto, ¿Quién lo sabe? Según dicen las malas lenguas, había toda clase de “gente importante”, representantes de partidos políticos sin distinción, de los trabajadores, ediles y otros cargos públicos, algunos servidores de la Casa Real, empresarios, es decir: todo un batiburrillo de gente importante.
¿Por qué han quedado todos absueltos, todos aquéllos que disfrutaban de las famosas tarjetas de Bankia, al grito de “saca dinero que no se paga? Algunos pagaban hasta en los “cabarets”,
Todo esto no lo dice este ignorante escribidor de tonterías era “vox Populi”, lo decían los periódicos y demás noticiarios. Mas todo ello me ha dado para dedicarles a todos uno de mis GROTESCOS, que figurará en mi ESPAÑA CORRPTA IV.
ABSOLUCIÓN
Han absuelto a Rodrigo sus pecados,
los que hace cuatro años cometiera,
y además porque sí, de esa manera,
han absuelto a los otros implicados.
Y todos los que estaban apañados
llevándose la pasta como fuera,
al ser importantes, no unos cualquiera,
absueltos todos ellos han quedado.
Preguntamos al juez ¿por qué lo hizo,
si es que alguno lo había amenazado,
habiendo entre ellos más de algún chorizo?.
A quién teme pues, ¿es a algún gobierno?,
nadie sabe quién lo habrá amedrentado,
a España han convertido en un infierno.
AUTOR: Francisco Puch