Volvemos con el hatajo de incongruencias que este desdichado gobierno está llevando a cabo. Desde hace ya varios años, el que estas tonterías suscribe, solía utilizar las servilletas de papel de los bares, para escribir las muchas tonterías que se ocurrían cuando se sentaba a una mesa apartada del ruido de la TV o de las conversaciones de los clientes,
De esta forma escribí un sinfín de sonetos y de artículos que fueron publicados en prensa y en algunos de mis libros.
Pero ahora “oh” misterio de la política, un superinteligente ministro de la sanidad pública esa, ha decretado que sean retirados los servilleteros de los mostradores y mesas en los bares.
Oseasé” que puedes entrar en el bar con los pies llenos de barro (porque ha llovido), con el mono del trabajo lleno de manchas de pintura (los pintores), soltando los aires del plato de alubias que se acaban de tomar, con la “mascarilla” que se sacan del bolsillo de los pantalones toda arrugada, y si te has manchado los dedos te los chupas, o te los limpias con un “clínex” que es lo más aséptico, y lo dejas caer al suelo así como en un descuido.
Y total ¿pa qué?, si los casos de virus van en aumento, las medidas curativas aún no las ha descubierto el ministro de la moto sin mascarilla. Al parecer ni en la Moncloa ni en Galapagar ha llegado el contagio viral.
En definitiva, loado sea el gobierno y los socios obedientes.
Mañana hablaremos del gobierno. Es un decir,
AUTOR: Francisco Puch