Cine de Cope (1959- 1971 )

Por el año 1957, Asensio Martínez Hernández, y Josefa Muñoz Hernández, propietarios del cine, decidieron que en la Diputación de Cope tenía que contar con un cine para el disfrute de todos los pedáneos. Dos años después se inauguraría el cine de verano, un cine modesto, de pedanías, con el que les iría bastante bien. Al cabo de un año y a causa del mal tiempo y posiblemente de una mala construcción, se cayeron las paredes laterales del cine, quedando sólo la pantalla y la cabina.

Después de unos meses fue arreglado, con tan mala suerte que seis meses después, más o menos, se volvió a caer. En ese momento se pensó en reforzar las paredes para que no volviera a suceder, aunque se contó con fortuna ya que no había personas dentro en ninguna de las dos ocasiones. En 1964 se techó y así se podría ver el cine durante todo el año.

Se pasaban películas los sábados, domingos y festivos. Se contaba con el trabajo del operador Guillermo Espinosa, y de sus ayudantes Andrés Martínez y Eusebio hermano del anterior y promotor. Por esa fecha no había corriente y la luz la producía un alternador de 350 w.

Las películas que más gustaban en el cine Cope eran las americanas de tiros y las de cantantes de canción española. Por aquella época funcionaban otros cines de la localidad: Gran Cinema, Capri y Carablanca. La mayoría de las películas que se reprodujeron se pasaban con anterioridad en los cines de Águilas, y eran actuales en aquella fecha.

La capacidad del cine era de unas 300 personas, y todas las personas que estaban allí, entraban, aunque estuvieran uno encima del otro. Ocasionalmente actuaban artistas promovidos por los dueños del cine Capri. En una ocasión actuó Antonio Molina, estando el cine hasta la bandera. Se cayó el frontal del escenario que habían puesto, pero se pudo solucionar el problema, actuando el famoso cantante siendo un exitazo. Como anécdotas podemos contar que Antonio Molina salió a la cantina del cine, y le gustaba echarse el pulso del dedo y dicen que, aunque estaba delgado y era pequeño, les gano a todos los que allí quisieron competir contra él, algunos muy fuertes. También se manchó un abrigo de visión a una de las artistas que actuaba, saliendo la dueña afirmando que “se había echado el día”. Antonio Molina, por los años 60, veraneaba en Águilas, y llevaba a sus hijos a la escuela de D. José Flores.

Dicen que el cine se tenía que haber llamado el cine de los milagros ya que con todos los accidentes que sucedieron nunca se produjeron daños personales.

El cine estuvo funcionando muy bien, ya que venía gente de todas las pedanías, hasta de Ramonete. Venían andando, en carros, burros, mulas, bicicletas y posteriormente en moto, cuando la gente pudo comprarse motos, y coches. Llama la atención la competencia con los cines del pueblo pasando hasta tres películas por el mismo precio como lo hacían el cine Gran Cinema y el cine Capri. En el 1971 finalmente cerró.

Curiosidades del cine de Cope:

El NO-DO se creó en el 1.942, y había ponerlo todos los días en los cines antes de las películas.

Para ir al cine en cope la gente se ponía las mejores galas. Trajes, abrigos, sus mejores vestimentas.

Cuando alguien se compraba algo importante como tractor, un caballo, etc. lo llevaba a la puerta del cine para que lo vieran, en definitiva, era un lugar donde poder lucir sus mejores lujos y propiedades.

Desde el principio se hizo cantina. Lugar de diversión teniendo muchas anécdotas en la cantina como en el cine.

Cuando pusieron la película “El Hotel de los Líos”, no estaba ni Espinosa ni Andrés, por lo que Eusebio tuvo que montar la película.  No la metió bien y al ponerla se le salió de la máquina, enrollándose y haciéndose un lio, saltando y saliendo la película hasta la puerta del cine. Al coincidir que hacía mucho viento se fue por la carretera más de 500 metros, cosa que hizo mucha gracia a todo el mundo, que no paró de reír y de ir cogiendo la película por la carretera. Se quisieron unir los trozos, pero era tal el lio, que la mandaron liada en una caja, teniendo que pagarla íntegramente no sólo por el alquiler para la reproducción, unas 800 pesetas. Dio la casualidad que la siguiente película que tenían contratada era “Lo que el Viento se llevó”.

Incluso una mujer que iba al cine tenía que llevarse cena, ya que cuando veía comer en el cine le daba tanta hambre que o comía o se tenía que salir e ir por comida.

Se realizó una obra de teatro con aficionados del lugar, dirigida por D. José,  párroco del Garrobillo,  estrenándose en el Cine Cope y llevándose después a otros lugares por su éxito.

Otro día, estaba el cine lleno y Miguel Lorenzo Méndez, al que llamaban “El tonto de los Lorenzos”, se puso en la primera fila del cine, en el NODO, pusieron un reportaje de un torero toreando, cuando se puso el toro de frente se asustó pensando que le embestía y salió corriendo por encima de los bancos y de la gente hasta salir a la calle…, como es normal estuvo un tiempo sin ir al cine.

Otro día estando en la cantina del cine se metían mucho con él, gastándole la una broma que no le gusto, se fue a la calle, reunió un montón de piedras, las cogió y a quien salía del cine se las tiraba, (dicen que tenía mucha puntería), como era por la tarde noche, todos los que estaban en la cantina pasaron la noche en el cine porque no dejaba salir a nadie; hasta hace muy poco se veían las marcas de las piedras en la puerta del cine y en la pared.

Otro día a una persona le pillaba lejos el cine y fue con un burro negro y lo ato en las anillas que había en la puerta del cine, y cuando había empezado la película, pararon el cine y encendieron las luces y preguntaron de quien era el burro negro que había en la puerta, ya que había arrancado la anilla y como había una burra en celo no había nadie que pudiera sujetarlo y era un escándalo, salió el dueño y se llevó el burro y continuaron viendo el cine, no sin antes el cachondeo con el burro y su dueño.

Por el año 1982, Mario Camus le encargo a Paco Rabal para la película “Los Santos Inocentes” el papel de cuñado retrasado “Zacarías”, papel que después logro el premio como mejor actor “Santos Inocentes”. Dicen los lugareños que durante un tiempo estuvo Paco Rabal observando y copiando el comportamiento de Miguel Lorenzo “El tonto de los Lorenzos”, y así consiguió la ropa que normalmente llevaba que fue finalmente la que saco en la película. No fue fácil conseguir la ropa, porque no quería cambiarle su ropa por la que le ofrecía Paco Rabal, pero al final se hizo amigo de él y lo consiguió, no sin antes recibir alguna pedrada cuando le hacían o le decían algo que no le gustaba.

Con el cine cope y desde el año 1830 hasta nuestros días hemos disfrutado de los siguientes teatros y cines en Águilas:

TEATRO DE LA CARIDAD, año 1830

BALNEARIO NIAGARA, año 1880

CINE TEATRO ROMERA, año 1883 (final calle Cassola)

TEATRO CINE CIRCO, año 1884 huertas del consejero

BALNEARIO “LOS COLORINES“, un modesto balneario en el año 1902, en la playa de levante (aproximadamentela altura del Club Náutico).

CINE ALARCON

CINE BARRACÓN, año 1904 en la que es hoy Plaza del Rocío

SALON IDEAL, hasta el año 1904 BALNEARIO-CINETEATRO ESPAÑA a partir del año 1905, en el edificio Madrid (Películas de cine mudo).

CINE EL BARRACÓN, año 1907, en el Placetón. Y otros portátiles en la plaza de La Constitución, hoy Plaza de España.

TEATRO ROMERA, por el 1912 que se trasformó en cine el SALÓN IDEAL años 40, edificio Aznar en calle Murillo.

SALON REINA VICTORIA, año 1912, construido sobre las ruinas del BALNEARIO ESPAÑA después SALON IDEAL.

NUEVO VICTORIA EUGENIA, año 1915

CINE BALNEARIO LA GIRALDA, año 1928 Playa de Poniente a la altura de la calle Quintana donde se proyectaban películas mudas

BALNEARIO PATRIA CHICA, año 1928

CINE IDEAL, desde elaño 1935 al 1970 en la calle Cassola

CINEMA POPULAR, instalado en la Plaza del Casino, al aire libre, durante los años de la guerra civil.

BALNEARIO MUNICIPAL, año 1950

CINE PIÑUELA, años 50 en calle Murillo

GRAN CINE ESPAÑA – PLAZA DE TOROS, año 1940, cerro por el 1950 en el edificio Madrid, primer cine que proyecto una película en color en Águilas

EL GRAN CINEMA, ubicado en Correos y el centro de la tercera edad, creado sobre el año 1957, cerrando en el 1983

CINE CAPRI, cine de invierno y terraza de verano, en calle Aire, año 1959 cerrando en el año 2000

CINE CAMES, años 60 en la Acción Católica

CINE CALA BLANCA, año 1965 hasta el 1985 en el Placetón, fue de los primeros en poner cine erótico

CINE CLUB CASA DE LA CULTURA, desde los años 70 todavía en vigor.

MULTICINES EL HORNILLO, año 2001 en la Urbanización el Hornillo. Los aguileños tenemos la suerte de tener un cine con 8 salas, con películas de estreno a nivel nacional. Se proyectan los martes versiones originales de películas en inglés con subtítulos en castellano. También se realizan maratones de películas y preestrenos. Y muchos realizadores escogen este lugar para la presentación de sus Cortos en sociedad.

Algunas curiosidades por la competencia en los cines:

  • En 1965 el cine Capri con una entrada, te daban un melón y te lo podías comer en el cine, daban melones hasta que se terminaran los que había en un camión que tenían aparcado en la puerta del cine.
  • En el día del espectador, con una entrada podías ver hasta tres películas.
  • En el gran Cinema por el precio de la entrada de caballero podía pasar la pareja.

En la última etapa de los cines, allá sobre 1965, se fusionaron el Capri y el Gran Cinema pasándose las mismas películas los dos cines, hasta que se cerró el gran cinema.

El cine de Cope se fusiono con el cine Capri, hasta el cierre. Posteriormente le vendió la máquina de proyectar películas que en la actualidad está expuesta en algún lugar de Águilas. El actual dueño de lo que queda del cine, Andrés Martínez, asegura que le haría ilusión poner de nuevo el cine en funcionamiento, pero es muy complicado.

Emiliano afirma en su artículo sobre los cines de Águilas de 28 de mayo de 2007 que “Nuestro pueblo siempre ha tenido un nivel altísimo en el teatro, así como de apreciación por el cine”.

Este artículo pretende mantener el recuerdo y ser un homenaje al Cine de Cope, a Miguel al que le decía de forma cariñosa “El tonto de los Lorenzos“ que fue una institución en esa pedanía y a todas aquellas gentes que viviendo en las pedanías, disfrutaron de él y de sus espectáculos para ser un poco más felices.

Fuente: Emiliano en sus diferentes artículos.