Felicito desde estas líneas al joven Pedro Francisco Sánchez Albarracín por el libro sobre el trovo que anoche presentó en la casa de la cultura. En el momento de la presentación se notaba cierto nerviosismo muy propio por ser la primera vez que actuaba en este evento.
La portada del libro lleva una vieja fotografía en donde aparece El Miope trovando con el Lotero de Fuente Álamo. A la guitarra está, creo yo, el "Calala" de Cartagena. En cuanto al lotero lo conocí yo por el año setenta y dos en su pueblo. Cantaba el aguinaldo navideño pero nada más. Al conocer yo el don de la trovería le invité a la copla repentizada una noche en Balsapintada.
Y quedó tan bien que desde ese momento se lanzó al ruedo y fue uno de los grandes en la lid trovera. Cantaba con voz sonora y grave y su copla era de una exquisitez y finura que le hacía ser distinguido entre los más compañeros. Me recuerdo los cantos del Santapolero que trovaba con Ángel Roca allá por los años setenta del siglo pasado.
Mirando las páginas del recuerdo, en el primer certamen del trovo en Cartagena le dieron el primer premio al Chillaeras porque le faltaba puntuacion y yo que me encontraba en el.jurado del certamen, le di mis puntos al trovero de Águilas. El tenia la misma puntuación que Ángel Roca. Éste se llevó un gran disgusto porque el trofeo no fue adjudicado a él. Roca estalló en improperios contra el Jurado y le duró su enfado mucho tiempo. Quiero recordar que esa noche marcaba el calendario el mes de septiembre de 1970.
Se impuso en esa velada el trovo académico de la trayectoria de José María Marín al canto improvisado de la Musa popular, como así era conocida y calificada por el inmortal José Castillo. En ese año publiqué mi primer libro sobre el poeta , cantaor , repentista y guitarrero José Castillo Rodríguez. En 1972 celebramos el primer centenario de su nacimiento en la ciudad minera de La Unión, una de las calles de esta emblemática sede del Trovo en aquella ocasión fue colocada una placa con el nombre del trovero Castillo.
Repasando mi memoria en aquel año se celebró otro certamen trovero en la misma ciudad. Nuestro paisano Francisco Rabal fue el presidente del Jurado. Mi amigo Asensio Sáez, escritor y pintor, hijo predilecto de La unión estaba junto a mi en ese equipo calificador . Por mi parte ejercía el curato de Portman, aldea del municipio unionense.
Con mi publicación sobre la biografía del trovero Castillo, en la cuenca minera de Cartagena y La Unión en los diarios de aquella zona todas las semanas aparecían artículos y reseñas firmados con mi nombre. Y todos los certámenes de la copla improvisada era yo uno de los que componían el jurado calificador. Mi primer libro sobre el trovo tuvo tanto auge que la diputación de Almería editó una segunda edición en honor del trovero de Pechina. Transcurridos cuatro años, esto es en 1976 salió a luz mi libro " Los tres puntales del trovo", dedicado a los tres grandes en la historia del verso improvisado : Marín, Castillo y el Minero. De tal manera este libro representa un puntal para la historia del trovo que varios aficionados de La Union lo han reeditado. Y el mes pasado tuve una llamada de un desconocido rogándome que por favor le diera yo permiso para imprimirlo como una fotocopia. En ese año 1976 ya estaba de regreso en nuestro pueblo y había dejado la parroquia de Portman. Pero dos años antes mis amigos de la Peña de la Amistad encabezada por don Antonio Sánchez Cáceres y secundada por Felipe Palacios Morales, organizaron varias veladas de trovos en la Plaza de Antonio Cortijos.
Antes se celebró otra en el Gran Cinema conocido por el Cine Pijama. Las primeras figuras de la trovería de aquellos momentos, Ángel Roca, Santapolero, David Castejón, y los aguileños Francisco Fernández, El Miope y el Chillaeras subieron al escenario a demostrar su arte y su ingenio en el verso repentizado.
Se ha quedado en mi memoria la cuarteta que compuso Felipe Palacios para que la glosaran los troveros en ese momento repentino. Decía así:
"En esta noche agosteña
desde el mar he traido
el trovo más encendido
a la mujer aguileña”