Cantonales en Águilas
El pasado 16 de septiembre de 1873 hizo exactamente 132 años de la invasión de Águilas por las tropas sublevadas de los “cantonales” de Cartagena que, al mando de uno de los jefes de la sublevación el Sr. Torre Mendiela y al, mando de tres buques: la fragata “Numancia”, el “Méndez Nuñez” y “Fernando el Católico” desembarcaron en Águilas para saquear a la población y pedir un rescate de 50.000 duros o serían llevados a Cartagena los hombres de más relieve político y económico de Águilas. Ante la imposibilidad de reunir esa suma tan enorme solo se recaudaron tres mil duros. No obstante, no se conformaron con ello. Saquearon todos los almacenes de alimentación del pueblo, llevándose toda la harina y todo el pan que encontraron. Se llevaron el tabaco, el vino, las cabezas de ganado más 500 reses de toda índole y varios caballos de pura sangre.También se llevaron a Cartagena dos barcos españoles que había en la bahía, cargados de arroz y trigo, pero gracias a la intervención del cónsul francés, lo devolvieron todo a sus propietarios. La guarnición de carabineros, quince en total, se vio forzada a retirarse hacia Lorca, ya que los invasores les superaban en número y armas. Desmontaron el telégrafo para que no se pudieran pedir refuerzos, con la promesa de devolverlo cuando abandonaran la ciudad y que no se utilizara hasta pasadas las veinticuatro horas de su retirada. Desde Gibraltar, llegó la fragata inglesa Thor y también los italianos mandaron otro barco, pero ellos no podían intervenir, si no eran atacados los intereses de sus naturales. Los rebeldes tuvieron el tacto de no tocar nada de los bienes extranjeros en Águilas con el fin de evitar la interrupción de estos buques de guerra. Yo recuerdo haber oído contar en mi casa que mi abuelo tenía un almacén de comestibles, telas y utensilios de casa en la actual calle de Isabel la Católica y lo dejaron todo vacío, firmándole un recibo uno de los jefes de los sublevados, en el que decían que se llevaban requisados como botín de guerra. Al caer la noche, los sublevados se hicieron a la mar, dejando a Águilas sumida en la ruina y menos mal que afortunadamente no hubo víctimas. Y esto es parte de lo que ocurrió en Águilas un 16 de septiembre de 1873 y lo recordamos para nuestros lectores curiosos. Águilas, Septiembre de 2005. Emiliano Navarro
AUTOR: Emiliano Navarro