La pasada edición de La Gacetica correspondiente al mes de Agosto aparece una recreación del “rancaor de esparto “. Con un subtítulo: 7 de Agosto . Día del Esparto en Águilas”
Este evento celebrado en esa fecha ofreció a los asistentes una muestra sobre lo que fue la espartería en el pasado de nuestro pueblo. Por desgracia no pude asistir a dicha celebración en la puerta de la Casa Consistorial porque estaba convaleciente de una dolencia en el sistema digestivo. Tengo entendido que fue todo un éxito de participación de público y organizado por la Concejalía de Festejos con el apoyo de la oposición. Todo se organizó según la idea del fotógrafo aficionado Juan Hernández Calvo que ha demostrado ser gran amante de todo ese mundo ya desaparecido de la actividad espartera en Águilas.
Posteriormente nuestro alcalde Bartolomé Hernández Giménez declaró en los medios de comunicación que pondría todos los medios a su disposición para formar un museo dedicado a esta labor espartera que tanto se distinguió en nuestro municipio. Nos consta que junto con Cieza , Águilas destacó en nuestra Región como el pueblo más representativo de esta planta silvestre que pobló nuestro campos y montes.
Por mi parte recogiendo la noticia dada por el presidente electo de nuestra Corporación estoy escribiendo unos apuntes sobre el esparto con la intención de dar a conocer a nuestros paisanos lo que representó la actividad espartera en el pasado haciendo hincapié en los siglos XVIII y XIX que considero el tiempo más fuerte de esta labor.
Por otro lado he observado que lo que se ha escrito referente a este tema adolece de información . Por eso creo que es necesario la publicación de mis apuntes sobre todo para que sirva de fuente de comunicación para los visitantes del futuro museo. Por supuesto que tiene que haber en esta muestra artesanal del esparto unos paneles informativos acerca de lo que fue el mundo y la actividad espartera en nuestra historia local. No cabe duda que la producción y laboreo del esparto entra dentro de la cultura mediterránea y por consiguiente de nuestra propia cultura.
Repasando las páginas que ya he compuesto de la industria del esparto referente en el siglo XVIII coincidiendo con la época fundacional de Águilas como ciudad nacida de la Ilustración, Bartolomé Muñoz Marín en su precioso libro “ El Esparto” editado en 2005 en la página 59 transcribe que el primer espartero fue Félix de Soria según el libro de Antonio Sánchez Cáceres titulado “ La Huida al mar, 1998. Este dato lo recoge Juan Hernández Calvo y señala lo mismo como si fuera una novedad. No existe tal pues en mi libro “ Águilas a través del tiempo” editado en 1991 en su página 62 está dedicado al primer padrón en Águilas realizado en 1770. En el censo aparece Félix de Soria de oficio espartero.
En estos apuntes sobre el esparto pendientes de ser publicados, señalo el lugar donde Félix de Soria tenía su industria artesanal bajo el amparo y protección que ofrecía el recién estrenado castillo de San Juan. Refiero también el alto nivel económico que llegaron los sucesores de Félix de Soria que llegaron hasta el inicio del reinado de Fernando VII en 1814. Pasando por el bache de la crisis económica de Carlos IV.
Ya en el siglo XIX son los ingleses los continuadores de esta industria espartera. En la segunda mitad de este siglo destaco como figura principal Raimundo Ruano Blázquez . El por qué se llamó “ Rey del esparto “y en qué año se dio este título. Sin olvidar la importancia que tuvo su padre en esta labor espartera. Y una breve mención de los restantes hermanos de esta saga que acumularon un inmenso capital hasta llegar a los albores del siglo XX.
En mi próximo escrito el lector se dará cuenta de la laguna que hay en lo publicado sobre el esparto en su desarrollo histórico. Incluso los errores cometidos. En este caso se puede ver los palos de ciego que muestra lo publicado sobre el esparto en su trayectoria histórica.
No obstante el libro mencionado de Bartolomé Muñoz Marín y el complemento escrito por su primo Félix Luis Pareja Muñoz representa un compendio de lo que es la industria espartera siendo indispensable para conocer todo el intra mundo de lo que fue en su día la actividad económica más representativa del pueblo aguileño.
No dejo de señalar en este escrito que se va a publicar , la parte negra de la labor espartera . Que sí la hubo. Debido a los sueldos bajos que los operarios del esparto tenían y la explotación indiscriminada de las mujeres y niños que debían de ir a las fábricas de esparto antes de amanecer el día. Les esperaban los mazos manipulando el esparto por las mujeres sentadas en el suelo y las pesadas ruedas movidas por los famélicos infantes que a veces era necesario subirse en una piedra , por su corto tamaño ,para mover las ruedas de la hilatura. Y todo esto acompañado por la lluvia de improperios de los maestros de la cordelería.
Así que la espartería en Águilas, no fue una época como la Arcadia feliz. Ni mucho menos. Eso parece cuando leemos los escritos de referencia . Vemos que pasan por alto este capítulo negro de la industria espartera.
Todo lo adverso que podemos ver en el mundo del esparto que pertenece a nuestra historia ,no es óbice para adherirnos con suma complacencia a la celebración del día del esparto en los años venideros.