!Que no quiero verla!
Que no hay cáliz que la contenga,
que no hay golondrinas que se la beban,
no hay escarcha de luz que la enfríe,
no hay canto ni diluvio de azucenas,
no hay cristal que la cubra de plata.
No.
!Yo no quiero verla!
Llanto por Ignacio Sánchez Mejías
“ La sangre derramada “
Federico García Lorca
Con estos versos expresaba el poeta granadino la impotencia que sentía, transido de dolor por la sangre derramada del torero, cuando algunas voces le exigían que mirase el albero pintado de carmín. Hago mías sus palabras y me niego a mirar con la serenidad necesaria a mi alrededor. Es imposible que una persona con sentido común y unas mínimas dosis de la ética más elemental pueda mantener la confianza en las instituciones de las que dependemos. Sus irresponsables nos han demostrado, y lo siguen haciendo cada día, que no son dignos de los cargos que ostentan ni mucho menos de los honorarios que perciben.
De los gobernantes, locales, autonómicos, nacionales y europeos, sólo salvaría la rebeldía hiriente del héroe de Mayo de 68, el histriónico Daniel Cohn-Bendit, que tiene la valentía de cantarles ciertas verdades a los somnolientos eurodiputados, esos seres pesebreros, faltos de la más mínima ética ( recordemos que formaron un motín diplomático porque se les había retirado el pasaje permanente en clase de lujo, pagado por usted, para sus múltiples desplazamientos por avión y se les humillaba obligándoles a viajar como el resto de los ciudadanos en clase turista ), y les canta las verdades del barquero, pero parece ser que no lo oyen. O a lo mejor es que los traductores se han equivocado y han traducido sus arengas al catalán, o al gallego o al esukera ( lenguas mayoritarias en Europa, como sabemos) y no se han enterado de lo que se hablaba.
Que no quiero verla, que no quiero ver la poca vergüenza de nuestra clase política, de cualquier color, esa estirpe camaleónica que no tienen el menor empacho en comenzar obras faraónicas con dineros que no tienen para dejarlos obsoletos e inútiles desde el mismo día de su inauguración. Sólo hay que mirar los últimos aeropuertos inaugurados y los que están en fase de construcción; no digamos nada de los Aves para ir de Valdemorillo de Arriba a Valdemorillo de Abajo, ni de las autovías y autopistas actualmente cerradas o clamorosamente infrautilizadas entre puntos que ya tenían buenas conexiones por carretera.
Que no quiero verla, que no quiero ver la ineptitud de nuestro Banco de España ni la desfachatez de sus dirigentes. ¿ Qué cobran estos señores ? Supongo que una buena nómina. Pero la realidad me hace ser malpensado porque si ellos son quienes deben controlar el funcionamiento de las entidades bancarias y se les paga por ello, que me expliquen cómo hemos llegado a la hecatombe financiera en la que nos han sumido los banqueros. Esos señores tan honrados que se ponen sueldos blindados, y se aseguran unas jubilaciones irrevocables que causan bochorno. A lo peor es que los analistas y gerentes del Banco de España son consejeros a título individual de alguno de esos bancos y cajas. En cualquier caso, la corrupción en el sector bancario es auténticamente obscena, y se vuelve verdaderamente esperpéntica cuando todos los “errores” de estos señores que están ahí para supervisar la transparencia y la legalidad de las transacciones que se mueven en España, los soluciona el estado poniendo encima de la mesa los miles de millones de euros que haga falta para salvar a una serie da bancos y cajas que has estado sangrando como sanguijuelas a sus clientes y ahora, cuando ya se lo han repartido todo en primas y venta de acciones de los consejeros y no quedan en la caja más que telarañas y en el papel una deuda con muchos ceros, viene el ciudadano de a pie y aporta más y más impuestos para que la canalla banquera pueda seguir funcionando con sus oficinas de usura legal. Mientras tanto, la maquinaria legal que apoya a estos ladrones de guante sucio sigue ejecutando decenas de desahucios a diario. Los números son los números y las personas no significan nada para la vorágine recaudatoria de estos hijos de Belcebú que son los bancos.
Que no quiero verla, que no quiero ver la desfachatez de los sindicatos, esas organizaciones que han olvidado la esencia de su función y que no se han dado cuenta de que en pleno siglo XXI su misión ha quedado obsoleta y su única meta lógica es la desaparición. ¿ Dónde estaban los sindicatos en el 15-M ? ¿ Cuánto cobra un enlace sindical ? ¿ Cómo es su jornada diaria ? Y lo más importante,¿ De dónde sale el dinero para sus sueldos y el mantenimiento de su aparato de propaganda ( edificios, dietas y vehículos incluidos ) ? Del estado, o sea, de mi bolsillo y del de todos ustedes, contribuyentes que nunca hemos necesitado la intervención de estos señores. Pero les pagamos y los mantenemos. Parece ser que en algunas comunidades se están reduciendo algo las bulas sindicales a las que estaban acostumbrados algunos “ obreros ”. Es algo tarde, pero algunas vez se tenía que empezar a erradicar una de las sangrías económicas más injustificables del sistema económico español.
Que no quiero verla, que no quiero verla, no quiero ver la realidad social que me rodea, pero sobre todo porque es una situación provocada por un comportamiento absolutamente bochornoso de las instituciones que pensaron que las vacas siempre iban a estar tan gordas o más y que nunca adelgazarían. Pero resulta que tanto se exprimieron sus ubres que la vaca está en la UCI y los médicos no nos dan mucha esperanza de que pueda resistir.
Por cierto, una pregunta retórica : ¿ Quién le otorga a las agencias de calificación financiera ( que tantas alegrías nos dan a diario ) la legalidad para que decidan sobre el futuro económico de todo el mundo ? ¿ Quién califica a las agencias de calificación ? A lo peor es que hay una mano o dos detrás de todas ellas y en la palma de la mano llevan una estrella de David. O a lo peor adoran a Buda y a Mao, ahora olvidados en detrimento de la única fe verdadera: don Dinero.
Por cierto, qué listos son los británicos, que se cuidan muy bien de que nadie foráneo meta la mano en su bolsillo...Ahora entiendo porqué conducen por la izquierda y miden en pulgadas.
Que no quiero verla, que no quiero verla, no.