Auténticos espectáculos

¡Pasen, pasen; pasen y vean; y asómbrense de uno de los mayores espectáculos del mundo!. Estamos, como tantas otras veces, ante un compendio de hechos capaces de superar a cualquier representación teatral o circense, `dicho sea con el mayor de los respetos a actores, payasos y malabaristas.

   En su cuarta acepción, el Diccionario de la RAE afirma que espectáculo es una  “acción que causa escándalo o gran extrañeza”. Dicho esto, adelante.

   Vean cómo el juez decano de Barcelona y su esposa se acusan mutuamente de malos tratos y agresiones que rozan lo inverosímil en personas de clase acomodada y nivel cultural nunca puesto en entredicho. Como  si se tratara de personas mileuristas, de escasa formación cultural, vecinos de cualquier barrio marginal y con problemas, añadidos, de alcoholismo y drogodependencia, lo que demuestra que la alta alcurnia tampoco está exenta de estos casos y estas cosas.

   Y para que observen, también, aunque con todo el estupor del mundo, que el populismo no conoce fronteras ni dueños, ahí tienen al partido de doña Rosa Díez ofreciéndole ser cabeza de lista para las elecciones al Ayuntamiento de Huelva, al padre de la niña Mari Luz, asesinada, presuntamente, por un pederasta. Un caso que dañó sensibilidades, enervó conciencias y endureció posturas. Y un ejemplo más, aunque muy gordo, del populismo político de algunas personas y partidos.

   Más todavía. El presidente del Barça, Joan Laporta, que en sus relaciones puramente deportivas no parecía nada estrafalario, parece estar protagonizando una tímida incursión en la política. Otro Gil no, por favor. En el ámbito político pudiera entenderse que haya personas con aspiraciones independentistas, pero si esas voces salen del sector deportivo, actualmente tan empresarial y comercial, es difícil de entender. El auténtico batallón, tanto en Cataluña como en el resto de España, que forman los socios, simpatizantes y seguidores del Barça -aunque sea mes que un club, que dijera Montalt- no se cómo verían una competición liguera, o copera, en la que su equipo tuviera que enfrentarse al l Español, al Lleida, al Nastic, al Girona, a la Gramanet y al Terrassa, por poner sólo media docena de ejemplos y con el debido respeto a todos ellos.

   No se pierdan el siguiente detalle porque también puede ser guión para un auténtico espectáculo. Propiamente de una chistera han surgido voces advirtiendo de que España va a ser el único país de los grandes de la UE que seguirá en recesión en 2009. ¡Ah!, ¿pero somos grandes?. Cualquiera lo diría al recordar que esas mismas voces pusieron en cuestión nuestra presencia en cumbres como la del G-20.

   Y ahora, una de periódicos que nos viene dada por el cambio de rumbo y orientación político-ideológica de un diario de los llamados grandes. Y todo por una rabieta de carácter económico, que no de principios y coherencia informativa. No se por qué me ha venido a la cabeza el verso “yo, la bandera la llevo en la billetera”, de la canción “Suiza, patria querida” que en los años setenta compusieron Luis E. Aute y  Jesús Munárriz.

   Claro, que para espectáculo mediático el de Belén Esteban, la Campanario, el Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid y todo el lío que percibo en derredor de ellos. Reconozco y acepto, porque no soy telebasuraadicto,  que no se muy bien de qué va, pero sea como fuere, el protagonismo de esta estrafalaria puesta en escena no pertenece a ninguna de estas dos señoras, sino de los tiempos televisivos que dan cabida y pábulo a tanta chabacanería. También es verdad que si esos programas –con temas, actitudes y vocabularios infames en unos horarios de tan fácil accesibilidad  para el público infantil- se mantienen en antena sostenidos por un ingente minutaje publicitario es porque registran una elevada audiencia que, pensándolo bien, es la verdadera protagonista de tan elevadísima calidad ciudadana.

   Y si no, y también de corte informativo, el  esperpento, que también tiene mucho de espectacular, nacido al calor del proyecto de endurecimiento de la ley antitabaco. Mientras que en la Unión Europea se trabaja, casi en bloque, contra el tabaquismo, en España surge la crítica más populista a esa futura, y de momento hipotética, prohibición de fumar en todos los espacios públicos. Hasta hay quien ha dicho que habrá que irse a fumar al mar. Como sarcasmo, vale, pero, por favor, no arrojen las colillas al agua.

   Para qué seguir. Cantaba Marisol, hace cuarenta años, que la vida era una tómbola. Ahora es un auténtico, permanente y triste carrusel de espectáculos. ¿O no son acciones que causan escándalo o gran extrañeza?.